Hablamos regularmente sobre cómo aplicamos el “Arte de la ciencia del café” en nuestras fincas cafeteras.
Es un "Arte" y es una "Ciencia". Por eso contamos con 2 Agrónomos y un Biólogo en nuestro equipo.
A estas alturas, todos deberían estar familiarizados con Valentina Pedrotti, nuestra bióloga interna y analista de la cadena de valor, pero es posible que no estén muy familiarizados con lo que ella hace en nuestras granjas a diario.
Valentina ha creado una serie de informes sobre la “ciencia del café” que estamos encantados de poder compartir con ustedes ahora.
Ella explicará en detalle las muchas pruebas que estamos realizando y los planes que estamos implementando para asegurar que tengamos el mejor suelo, los árboles más saludables y el café de especialidad de la más alta calidad posible de nuestra red cuidadosamente diseñada de fincas de café.
A continuación se muestra el primer informe de la serie (escrito en octubre de 2017) para que pueda seguir el progreso y conocer los resultados durante las próximas semanas, meses y años.
Así que, en tus propias palabras, ¡quítatelo Valentina!
En el café, como en cualquier otro sistema de cultivo, el suelo es el elemento más importante a considerar. Hay una frase famosa que dice “eres lo que comes”, y para las plantas esto también es cierto. Dado que son organismos sésiles, el suelo donde crecen es la única fuente de nutrientes que tienen.
Como resultado de suelos débiles, se desarrollan plantas débiles y, por lo tanto, se producen cultivos de baja calidad. En el mundo de los Cafés Especiales la calidad representa el aspecto más importante.
Sin lograr un puntaje de calidad mínimo aceptado (80 sobre 100), el café pasa a ser visto como café convencional o comercial. Los precios resultantes son mucho más bajos en comparación con los precios alcanzados en el mercado de cafés especiales.
Teniendo esto en cuenta, tenemos la responsabilidad de comenzar a plantar nuestras fincas cafeteras con las mejores condiciones de suelo posibles. Este será el primer elemento para garantizar que tengamos plantas fuertes y, por lo tanto, cerezas de alta calidad.
Dependiendo de las condiciones iniciales de la finca, es necesario implementar diferentes estrategias. En el caso de algunas de las nuevas fincas adquiridas en la zona de Jaramillo Arriba, es necesario reactivar el suelo.
En el pasado, parte de esta tierra era un área de pastoreo. Aquí el ganado pesado compacta el suelo reduciendo la cubierta vegetal y cambiando su estructura natural.
Bajo este escenario comenzamos a desarrollar un programa de recuperación utilizando estrategias sustentables que ayudarán al suelo en el corto, mediano y largo plazo. El primer paso, como en cualquier otro proyecto, fue la etapa de diagnóstico.
Primero, debemos asegurarnos de dónde nos encontramos ahora mismo para comenzar a desarrollar el plan de recuperación correcto.
Para eso, se tomó un análisis de suelo y los resultados mostraron lo que esperábamos ver. Los componentes químicos del suelo fueron alterados por la actividad de pastoreo anterior. Además, el suelo tiene un cierto nivel de compactación.
Afortunadamente, se trataba de un sistema ganadero extensivo, lo que significa una menor densidad de ganado por hectárea en comparación con un sistema ganadero intensivo, donde la densidad de ganado es mucho mayor y causa graves daños al suelo.
Además, se alteró el pH del suelo. Este es uno de los elementos más importantes a considerar en el plan de recuperación, porque el pH del suelo determina la tasa de absorción de los macro y microelementos del suelo por las plantas.
Es decir, no importa si hay suficientes nutrientes en el suelo, si el pH no es apropiado, las plantas no podrán adquirirlos.
La buena noticia es que todos los problemas encontrados tienen solución. Algunas a corto plazo y otras a medio y largo plazo. Es importante entender que cada estrategia que vamos a seleccionar e implementar será multifuncional.
Esto significa que tendrá más de una función biológica. Por ejemplo, agregar materia orgánica para aumentar los nutrientes del suelo mientras se regula el pH.
En la fase de diagnóstico decidimos buscar elementos endémicos y / o nativos que puedan ayudar a recuperar el suelo. Para eso decidimos visitar la finca para identificar lo que ya tenemos allí para comenzar a mejorar el suelo.
Empezamos a buscar especies que puedan fijar Nitrógeno (perteneciente a la familia de las Fabaceae) y / o especies que aporten rápidamente materia orgánica al suelo que ya estén adaptadas a este entorno.
Momento para una pausa científica
¿Por qué nos preocupa el nitrógeno y para qué funciona?
El nitrógeno, descrito como N en la tabla periódica de elementos, es uno de los componentes principales de los aminoácidos y los aminoácidos son los componentes básicos de las proteínas. Significa que sin la disponibilidad de N en el suelo, no hay forma posible de que las plantas puedan desarrollar su tejido, producir diferentes proteínas y muchas otras funciones vitales. Esta es una de las razones principales por las que el N se llama macronutriente para las plantas, porque la concentración de este elemento se requiere en cantidades más altas que los micronutrientes.
Y ... ¿qué significa realmente fijar nitrógeno?
El nitrógeno se encuentra principalmente como nitrógeno molecular gaseoso (N2) en el aire. En esta etapa, el N es inerte y no está disponible para la mayoría de los organismos vivos, incluidas las plantas. Para estar disponible, N2 necesita ser fijo, lo que significa reducirse a un elemento como el amonio (NH4+) que las plantas realmente pueden usar. Y aquí es donde las leguminosas (las plantas que estamos identificando en las fincas) tienen su mayor contribución al suelo. Pueden transformar N2 en N disponible para las plantas (por ejemplo, amonio).
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. En realidad, las legumbres no fijan directamente N2, este proceso está químicamente orquestado por un grupo de bacterias en el suelo pertenecientes a la familia Rhizobiaceae. Ambos han creado una relación simbiótica, donde las plantas proporcionan a las bacterias los carbohidratos que producen en el proceso de fotosíntesis y, por otro lado, las bacterias proporcionan a las plantas N.
¿No es genial?
Los siguientes pasos consisten en describir las especies que encontramos en campo y luego analizar la posibilidad de utilizarlas como fijadores de nitrógeno y fuentes de materia orgánica.
Adicionalmente, estamos diseñando cuáles son las mejores estrategias que nos ayudarán a mejorar la condición del suelo en términos de valores de pH, reducir la tasa de erosión y aumentar la capa orgánica del suelo.
Como se mencionó anteriormente, cada estrategia que implementemos será multifuncional. Esto nos ayudará a abordar diferentes problemas al mismo tiempo y reducir costos.
En el próximo artículo explicaré las estrategias que se implementan y su razón científica.
Nos vemos en el próximo artículo.