El cacao se desarrolló por primera vez como cultivo en muchas culturas antiguas de América del Sur, siendo las comunidades aztecas y mayas las más conocidas de estas poblaciones indígenas. Y todavía hoy, muchas de estas comunidades indígenas viven de la tierra produciendo cacao.
Pero sin tecnología y prácticas agrícolas sostenibles, estas comunidades no pueden prosperar para mejorar la productividad y proporcionar un mejor estilo de vida a sus familias.
La agricultura de especialidad proporciona a las comunidades un estilo de vida sostenible donde pueden aprender prácticas agrícolas seguras y modernas, maximizar la producción de la tierra y sentirse orgullosos de pertenecer.
Estas fincas están microgestionadas por lo que se presta especial atención a todo el proceso y dado que las fincas están integradas verticalmente, el control de calidad está asegurado.
Para asegurar el futuro del chocolate y garantizar que esté disponible para las generaciones venideras, es esencial que se implementen prácticas agrícolas sostenibles y medios éticos de producción en la cadena de suministro del cacao.
Cuidar a los agricultores, sus comunidades y la tierra ayuda a hacer del mundo un lugar mejor y garantiza la producción continua de cacao.
Al proporcionar un canal estable al mercado para nuestros productores y a través de nuestros programas Socialmente Sostenibles, lo hacemos.
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